Hipotecar una casa -o cualquier tipo de propiedad- puede ser una alternativa para conseguir liquidez y empezar nuevos proyectos empresariales, comprar otros inmuebles, hacer frente a una necesidad económica puntual… No obstante, es una operación un tanto arriesgada de la que se debe estar completamente seguro antes de abordarla ya que, al fin y al cabo, una propiedad libre de cargas pasa a tenerlas de nuevo. En este post explicamos todas las características del conocido como préstamo con garantía hipotecaria.

Cómo acceder a un préstamo con garantía hipotecaria

A la hora de pedir este tipo de préstamos, lo primero que hará la entidad financiera que concede el crédito es realizar un estudio de la propiedad. El motivo por el que se lleva a cabo esta tasación es evidente: el importe del préstamo dependerá directamente del valor del inmueble.

Tras la tasación, el siguiente paso será realizar un estudio de la solvencia económica del solicitante para verficar que el prestatario pueda hacer frente a la cuota que resulte de solicitar del préstamo. Es habitual que para este tipo de créditos la entidad financiera conceda hasta un 50% del valor de la propiedad.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que para este tipo de préstamos nos encontramos con un plazo de amortización a caballo entre los préstamos personales –que se encuentra, como máximo, entre los 8 y 10 años- y las hipotecas –que acostumbran a ir desde los 20 a los 35 años-. Por eso, lo más habitual para este tipo de productos es obtener un plazo comprendido entre los 12 y los 18 años.

En cuanto a los intereses, el precio del préstamo con garantía hipotecaria es más elevado que el de una hipoteca, oscilando entre el 3% y el 8% en la mayoría de casos dependiendo de la solvencia del solicitante y de otros factores que pueden estar vinculados, por ejemplo, a las características del inmueble que se pone como aval. 

Motivos para hipotecar la casa a través de un préstamo con garantía hipotecaria

Evidentemente cada solicitante puede tener motivos distintos para solicitar el préstamo con garantía hipotecaria, pero podemos identificar algunas motivaciones recurrentes entre los peticionarios:

  • Necesidad de conseguir liquidez para iniciar un nuevo negocio o intentar hacer crecer uno ya existente.
  • Adquirir una segunda propiedad, normalmente a modo inversión, a través del apalancamiento del inmueble que ya es propio. 
  • Reunificar deudas con el objetivo de hacer frente a una cuota mensual que se adapte mejor a las necesidades del solicitante.

El principal riesgo que entraña este tipo de préstamos es el de perder el inmueble si no se puede hacer frente a la deuda contraída con el prestamista 

¿Qué entidades ofrecen préstamos con garantía hipotecaria?

Los bancos son, evidentemente, una de las organizaciones que pueden ofrecer préstamos con garantía hipotecaria. No obstante, las entidades financieras en muchas ocasiones son reluctantes a este tipo de operaciones de crédito y los servicios financieros que ofrecen son muy estandarizados, por lo que puede ser complicado que se adapten a las necesidades particulares de cada cliente. 

Si abrimos el foco más allá de las entidades financieras tradicionales, existen otro tipo de organizaciones como las empresas de capital privado que, sin renunciar a la profesionalización y siempre analizando los riesgos de cada operación de manera exhaustiva, ofrecen créditos con garantía hipotecaria a precios competitivos.

 ¿Préstamo con garantía hipotecaria, ampliar una hipoteca o rehipotecarse?

El préstamo con garantía hipotecaria suele ser una alternativa interesante para obtener liquidez en el caso de que la propiedad esté libre de cargas. Sin embargo, si lo que se pretende es conseguir liquidez mediante una propiedad que todavía tiene parte de su hipoteca pendiente de pago, entonces existen otras opciones, como son la ampliación de la misma o la rehipoteca de la propiedad.

Mientras que en la ampliación lo que se busca es disponer de más dinero dentro del préstamo hipotecario ya existente, la rehipoteca consiste en solicitar un nuevo préstamo que servirá para cancelar al existente. 

Tanto en la ampliación de la hipoteca como en la re hipoteca existen una serie de gastos asociados a los que hay que hacer frente:

Gastos en una ampliación de hipoteca

Los principales gastos al ampliar una hipotca son:

  • Comisión por novación: Tiene en cuenta el capital pendiente de amortizar y el capital ampliado.
  • Impuesto de Actos Jurídicos
  • Documentales: Puede oscilar entre el 0,5% y el 2%.
  • Gastos de tasación.

Gastos en una rehipoteca

En una rehipoteca, en cambio, los gastos asociados son más numerosos:

  • Comisión de cancelación de la hipoteca anterior.
  • Escritura de la cancelación de la hipoteca anterior ante notario.
  • Costes de gestoría.
  • Gastos por anulación de la carga en el registro de la propiedad.
  • Pagos asociados a la constitución de la nueva hipoteca como la tasación de la propiedad, la comisión de apertura y los gastos de notaría y registro de la propiedad.

Comparando ambas opciones podemos apreciar que, a priori, la ampliación de la hipoteca requiere de unos gastos asociados inferiores a los de la rehipoteca. 





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